Acerca de Ezequiel.

       Ezequiel de León Cruz, hijo del ilustre escultor y restaurador español Ezequiel de León y Domínguez y considerado el principal exponente de la escultura religiosa en Canarias en el siglo XX y principios del XXI, de quien precede todo su entusiasmo y carrera profesional como artista. 

Ezequiel pasa toda su infancia en el taller de su padre, donde toma como eje principal la disciplina de la pintura y el dibujo; sin dejar de lado la restauración de escultura. Sus primeros bocetos están influenciados por el surrealismo de Dalí, utilizando el paisaje como elemento principal. Junto a uno de sus hermanos, acompaña a su padre en congresos Nacionales de Restauración y Conservación de Bienes Culturales entre los años 1988 al 1996, como fueron Bilbao, Valencia, Sevilla, Cuenca y Tarragona 

Acompaña a su progenitor siendo aún muy niño a la realización de las alfombras de flores del Corpus Christi de la Villa de la Orotava. Con el tiempo, Ezequiel —padre— observa que tiene un digno sucesor en este noble arte y así comienza 1989 su carrera como alfombrista.

En sus primeros años asombra al mundo bajo la condición de autodidacta, con copias exactas de los grandes genios de la pintura, como pueden ser: Murillo, Goya, Miguel Ángel, Leonardo, Caravaggio o Velázquez, ganándose este último como apelativo entre sus seguidores. En 1991 recibe un premio internacional en la modalidad de “Creatividad Artística” por su labor y trabajo que recoge en Madrid, mientras que al año siguiente, en abril de 1992, acude como invitado a la Exposición Universal de Sevilla, EXPO-92, en representación de las Alfombras de la Villa de La Orotava, ejecutado a su vez con la maestría que le concede, un detalle de una de las obras de Néstor Martín-Fernández de la Torre, insigne artista Grancanario de fama internacional.

En el año 1997 se hace cargo del tapiz central de la Monumental Alfombra, pero no es hasta 1999 cuando realiza su mayor obra hasta el momento: Ezequiel plasma en arena los brazos de la creación de Miguel Ángel de unos 16 metros cada uno sumando un largo de 32 metros, por 8 de ancho en la parte del brazo. Esto marca un antes y un después en su carrera. En 2002 comienza a viajar a diferentes puntos del mundo junto a un reducido grupo de alfombristas, donde desarrolla dicho trabajo en congresos internacionales, encuentros de igual índole y efemérides, como en San Antonio de Texas en dos ocasiones, México o Alemania. Y en ciudades españolas como Pontevedra, Barcelona y Rota. Sin dejar de lado la geografía Canaria. Su gran éxito y reconocimiento internacional como arte único en el mundo comienza a crecer. 

Convertido ya en el padre de la anatomía y dominando a su vez los volúmenes, perspectivas y transparencias, vuelve a su casilla de salida retomando más si cabe, un claro hiperrealismo: en 2019 da vida a la mirada más impactante que se ha podido ver a través de este arte. Actualmente es Profesor y Maestro Alfombrista en la Academia de Arte Perdigón de la Villa de la Orotava, donde su pasión por crear siempre lo efímero lo ha llevado a consagrarse como uno de los máximos exponentes a nivel mundial del arte de las Alfombras.